Anorexia: el hambre emocional

Querer desaparecer y lograr ser cada vez más y más delgado hasta ser «nada» no es fácil. Si lo ves desde la superficie, morir de hambre es una relación con la comida y tu cuerpo y con cualquier “grasa” sobre la que no tienes control.

Quieres intentar deshacerte del exceso de peso por tu bien, pero ¿qué es exactamente aquello de lo que quieres deshacerte? 

La respuesta a esta pregunta se encuentra por medio de una psicoterapia, aunque la idea de recibir ayuda en terapia puede dar miedo porque supondría no tener el control de la situación y necesitas tenerlo.

Morir de hambre es una situación que provoca una gran tortura además de ser algo realmente amenazador. 

MUERTE SIMBÓLICA

Ser más delgado que cualquier otra persona es la meta sobre la cual se tiene el control. No tienes hambre ni tampoco necesitas la comida. El consumir el menor número de calorías durante el día es un tipo de poder que resulta siendo estimulante para seguir. Quieres comer literalmente nada, aunque eso implique estar constantemente en un estado de alerta y sea abrumador.

¿De qué se trata el morir de hambre realmente?

"Porque me obligaban a comer cosas que no quería; eso, la frialdad, la estupidez y el miedo de mi madre, no era comida."-Anita Fink (nombre ficticio de una paciente anoréxica de Alice Miller)

Matar de hambre al cuerpo es un problema complejo y hasta en el fondo se encuentra el no querer la comida. 

En cada intento para morir de hambre, el problema realmente no es sobre la comida. Es sobre el hambre emocional. Es sobre una fantasía de no necesitar algo de nadie (a través de la fantasía puedes sustituir o arreglar la realidad).

Probablemente odias depender de alguien, porque algo debió haber ido muy mal en tu infancia; algo que provocó que sintieras tanta inseguridad cuando necesitabas a alguien que ahora necesitar cualquier cosa recuerda ese momento original. Seguramente tuviste que aprender muy temprano a arreglártelas por ti mismo.

Provocando un dolor físico sale el dolor emocional

Así que no, morirse de hambre no significa tener un problema con la comida, sino más bien de cómo la comida resuelve la falta de vinculación emocional con la madre o el padre y el dolor que se vivió en la infancia.  

Intentar morir de hambre para desaparecer el hambre emocional es una tortura. Provocando un dolor físico se sale del dolor emocional, de la misma forma que hacen las personas que se auto mutilan partes del cuerpo.

Una de las consecuencias de rechazar la comida y no depender de alguien para evitar necesitar algo es vivir aislado socialmente, viviendo nada más que con la misma soledad como cuando eras solo un niño o niña. 

Una persona con anorexia nunca se mata de hambre para hacer infelices ni arruinarles la vida a sus padres, como muchas personas dicen sin pensar.

Hay un mensaje verdadero en esto, y matar de hambre al cuerpo sirve para emitir las señales del mismo. Hay un origen real. Es una reacción a la falta de atención, al maltrato o a la carencia de una comunicación “nutritiva” con la madre o el padre.

"Me dejó llorar, me abrazó como si fuera una niña, me acarició la espalda y en ese momento entendí por primera vez que durante toda mi infancia lo único que había conocido era la aniquilación de mi alma."

2 comentarios en «Anorexia: el hambre emocional»

  1. Excelente interpretación. Aquí una sobreviviente de la anorexia. Jamás obtuve la atención de mis padres pero aquí estoy, 40 años después.

    • Muchas gracias por tu comentario Beatriz. Saber que el alimento que no obtuviste de pequeña ahora lo obtienes a través de ti y que ya no dependes del amor de tus padres para sobrevivir te sanó y salvó. Un abrazo.

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