¿cómo saber si un trauma infantil me sigue afectando de adulto?

Puede dar la impresión que lo que viviste de niño se quedó en el pasado y por eso ya no te afecta, pero tristemente ser víctima de traumas en la infancia todavía tiene efectos cuando eres adulto.

Con frecuencia sientes que algo no está bien contigo y tienes esa constante sensación de «no me siento yo mismo/a». 

Tienes la certeza de haber sufrido uno o varios eventos traumáticos en el pasado y también de haberlos superado, así que no te preocupa que esa sea la principal causa de lo que te sucede ahora, ¿cierto?

Pero, ¿y si te dijera que el trauma que viviste aún esté vinculado con todo lo que sientes hoy siendo un adulto? ¿Sabes por qué sigue reapareciendo ahora en el presente?

Te has esforzado tanto en superarlo y muchas veces hasta has logrado bloquearlo de tu vida aparentemente con éxito.

Sin embargo, los síntomas vuelven a hacer su aparición. Comienzas a sentirte ansioso y te sientes al borde del pánico ante ciertas situaciones. La depresión aparece y sientes cómo las ganas de vivir se van desvaneciendo día con día.

¿Qué está ocurriendo?

TRAUMAS SIN RESOLVER

Un trauma irresuelto es algo de lo que seguramente ya has escuchado en ocasiones anteriores, pero ¿qué es exactamente?

Muchas veces te has asegurado de haberlo resuelto y dejarlo en el pasado para seguir adelante con tu vida. Debería ser suficiente, ¿no?

Incluso te resulta frustrante porque has asistido a distintos tipos de terapias y aún así sientes que algo sigue estando mal contigo. Te preguntarás: «¿Cómo es esto posible?».

Esto ocurre porque cuando eres niño o niña y eres víctima de episodios traumáticos, estas experiencias se quedan viviendo en las profundidades de tu ser. 

La memoria de todo lo que pasó, incluso si se mantiene reprimida, están estrechamente ligada en la actualidad a tus síntomas, tus relaciones disfuncionales de pareja, e incluso a tu baja autoestima. 

Muchos adultos que fueron niños sobrevivientes de situaciones traumáticas sienten que siempre han tenido que valerse y hacer todo por sí solos, y hacen lo mejor que pueden para que aún así las cosas funcionen.

El problema es que, cuando de resolver un trauma infantil se trata, no hay mucho que tú puedas hacer por ti mismo como lo has venido haciendo desde años atrás, por esta razón los efectos del mismo que permanecen en la profundidad de tu ser casi siempre permanecen “irresueltos”.

 “¿Y si voy a terapia podré resolverlo?” La respuesta es, lamentablemente, no siempre. 

Esto es así porque hoy en día muchos psicoterapeutas no se especializan específicamente en tratar el trauma infantil, y esto es algo necesario para poder resolver tu problema actual que tiene su raíz en tus experiencias tempranas.

No existe un manual que diga cómo trabajar el trauma infantil irresuelto en general, porque cada persona lo experimenta en una forma única y por ende a cada uno le afecta de forma diferente. 

Las raíces del trauma permanecen en las profundidades de tu ser y los síntomas también pueden permanecer ocultos por ciertos períodos de tiempo, pero el estrés que detonan algunas situaciones o que te hacen recordar un evento traumático de la infancia pueden llevarte nuevamente a la experiencia traumática original. 

el presente está conectado con el pasado

Las experiencias traumáticas que viviste de niño, aunque hayan sido momentos que sucedieron muchos años atrás, no se quedan solo en el pasado. 

Vuelven a aparecer una y otra vez hasta que logres a través de tus experiencias, síntomas y relaciones actuales un entendimiento profundo de ellas.

La “compulsión a la repetición” es un término que Freud utilizó para referirse a esto, incluso sin tener la intención de replicar una situación, inconscientemente lo haces. 

Por eso es común  involucrarte en relaciones de pareja que te recuerdan a otras que te ocasionaron un trauma en el pasado.

Los síntomas y conductas pueden tomar distintas formas, ya que cada uno de ellos es personal para cada individuo. Lo relevante aquí es que lo que creemos que está en el pasado no queda en el pasado.

No será sino hasta que comprendas cómo esas raíces del trauma que viviste en el pasado todavía viven en el presente que logres resolverlo. De lo contrario, seguirán permaneciendo como traumas irresueltos.

¿cómo te afecta de adulto un trauma sin resolver?

Las experiencias que te provocaron un trauma reaparecen cuando eres adulto porque, sin importar cuánto esfuerzo hayas hecho para seguir adelante, dentro de ti aún existe ese niño o niña herida.

Si el tipo de terapia que has recibido no ha sido la más apropiada o no has recibido la ayuda suficiente para trabajar en tu trauma, significa que esa niña o niño que aún es parte de ti todavía carga con ese sufrimiento y el trauma.

A veces no lo sientes y ni siquiera sabes que está ahí, pero los síntomas del trauma infantil que viviste se detonan cuando te enfrentas a situaciones que te generan estrés. O en momentos que, de manera sutil o no, te recuerdan lo que sucedió cuando eras un niño.  

Los síntomas del trauma infantil viven en la depresión, ataques de pánico, desórdenes alimenticios, comportamientos obsesivos, ansiedad generalizada o miedos en una relación.

Puedes tener dificultad para confiar en otras personas, baja autoestima, temor a ser juzgado, intentas constantemente complacer a otros, tener explosiones de enojo o frustración, o síntomas de ansiedad social que, por mucho que lo intentes, no cesan.

Así que si de alguna forma te sentiste identificado con este artículo, seguramente es porque aún hay una herida que tiene su raíz en el trauma de tu infancia que todavía no has podido resolver.

Pero no te preocupes, por si te lo estás preguntando: sí, el trauma infantil puede resolverse siempre y cuando cuentes con la ayuda adecuada.

Lo importante es que encuentres un espacio terapéutico seguro en el que puedas depositar tu confianza y en el que seas comprendido de forma empática para que empieces a sanar.

"El pasado no siempre se queda donde debería".